Sábado, 25 de septiembre de 2021
Las Fiestas Patronales 2021 ya han comenzado oficialmente en Bullas con la celebración del pregón en la noche de este viernes. A partir de las 21:00 horas, en el jardín municipal Adolfo Suárez, el médico Salvador Egea y la enfermera María Rosario Fernández pregonaban las fiestas en honor a la Virgen del Rosario.
En un homenaje a todos los sanitarios y sanitarias, ellos dos, vecinos de Bullas y trabajadores en el Centro de Salud de Bullas ‘María Eugenia Moreno’, recibían este reconocimiento en representación del Equipo de Atención Primaria y del Punto de Atención Continuada o Servicio de Emergencias. Sería la alcaldesa María Dolores Muñoz y la concejala de Festejos Paqui Fernández quien les hiciera entrega del símbolo de Bullas, la figura de bronce del ‘Niño Baco’, que gustosamente acogieron y agradecieron.
En su intervención, María Rosario Fernández empezó nombrando a sus cuatro abuelos y lo orgullosos que estarían de verla de pregonera. Acto seguido, reconoció que éste era un pregón diferente, marcado por el papel que desempeñaron en primera línea frente al coronavirus, así mencionó uno por uno a todos sus compañeros dándoles las gracias por su labor. Sobre su trabajo, explicó que no olvidará hace seis años el 22 de diciembre cuando asumió la responsabilidad de ostentar el cargo de responsable de Enfermería del Centro de Salud de Bullas. Durante ese tiempo, ha recorrido las calles de Bullas, visitando a pacientes en sus casas. Ante todo, se reconoce como enfermera y, como tal, ha aprendido “el arte de cuidar”. Llegó la pandemia y la primera ola le pilló de baja por maternidad. Después, sufrió los efectos de las sucesivas olas, hasta que llegaron las vacunas y jugaron un papel importante. El trabajo fue doble, vacunar, pero también seguir visitando enfermos. “Emoción, alegría y entusiasmo” dijo sentir “cuando ya vislumbramos una luz al final del túnel”. Lanzando al final una pregunta sobre la visibilidad de la enfermería cuando todo esto pase y dedicando un soneto a los que ya no están escrito por su padre titulado ‘Mi recuerdo eterno’.
Para finalizar explicó cómo ha vivido las Fiestas Patronales, con su familia, amigos y pareja con la que formó una familia que es el motor de su vida. Finalmente, recurrió de nuevo a la prosa para dedicar un poema a las Fiestas y a la Virgen del Rosario.
Mientras, Salvador Egea comenzó hablando de su infancia en Bullas como fueron “unos años felices” que dedicaban a jugar en la calle tras ir a la escuela en la que los maestros de entonces no mandaban tantos deberes como ahora. A los 10 años emigró de Bullas y se fue a vivir a El Palmar, años después, donde pudo cursar el bachillerato. En ese momento, ya sabía por vocación que quería ser médico. Nuevamente llegó a Bullas, a los 26 años, convertido en médico y desde ese instante ha pasado consulta a los vecinos y vecinas del municipio. Según comentó “los profesionales sanitarios ayudamos a mantener la salud. La primera y gran necesidad que un paciente expresa en presencia de la enfermedad es la de ser cuidado”. Cuando le tocó hablar de la pandemia, reconoció sentir miedo, el caos de los primeros días, las decisiones difíciles y los duros momentos de ver como fallecían vecinos por la Covid-19. “El virus no se ha ido, pero la vacunación ha servido para disminuir la incidencia y gravedad de la enfermedad” señaló. Y nombró a todos los compañeros del Centro de Salud, agradecido por el esfuerzo y el trabajo hecho, además de su reconocimiento a la población de Bullas que se autoconfinó cuando las cosas empeoraron.
El Coordinador Médico en el Centro de Salud de Bullas terminó su pregón recordando los momentos vividos en las Fiestas Patronales, la música del Tío de la Pita, atreviéndose a cantar “el Manuel”, la noche de las migas, el baile, los pasacalles, la diana, cuando al grito de “¡viva la Virgen del Rosario! y ¡viva el pueblo de Bullas!” terminó su discurso.
El acto estuvo amenizado por la música del cuarteto saxofonista F.L.A. y como novedad se celebró al aire libre en el jardín municipal, en lugar de la Casa de Cultura como suele ser habitual. Contó con la Corporación Municipal, autoridades locales, familiares y amigos de los pregoneros y vecinos que quisieron asistir al primer acto oficial de las Fiestas.
La Alcaldesa María Dolores Muñoz cerró la velada que estuvo marcada por la emoción vivida en el último año y medio de pandemia y el recuerdo a todos los que por la enfermedad de la Covid-19 perdieron su vida. En este sentido, insistió en la necesidad de seguir cuidándonos y aprovechó para agradecer también a todos los vecinos del municipio la responsabilidad que en su gran mayoría han demostrado y demuestran en una situación como la que hemos vivido y seguimos viviendo. Haciendo un alegato a que “debemos empezar, sin duda, un tiempo nuevo. Debemos pasar de un escenario de emergencia a un contexto de recuperación y transformación”. Deseando de corazón, unos felices días de Fiesta. “Que estos días de descanso sirvan para recuperar fuerzas, reafirmar objetivos y fortalecer el impulso que nos lleva a hacer de este pueblo y de nuestro propio proyecto de vida un lugar mejor. ¡Felices Fiestas! ¡Viva la Virgen del Rosario!” concluyó.
Arrancan así unos días, hasta el 9 de octubre, que concentran un programa variado y completo de actos festivos, culturales, deportivos y religiosos.
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