Lunes, 3 de agosto de 2020
Desde la Concejalía de Parques y Jardines, se han instalado treinta trampas para el control biológico de la plaga de la procesionaria del pino. Se han colocado repartidas en Bullas y la Copa: jardines, colegios, avenidas y pinadas como las de la Rafa y los Cantos.
Se han colocado siguiendo las indicaciones técnicas de la empresa que las ha fabricado, tanto en número de trampas, como distancia entre ellas, altura de colocación en los pinos, etc.
Este control biológico, consiste en instalar trampas con difusores de feromonas destinadas a la captura de machos de la procesionaria del pino (Thaumetopoea Pityocampa) mediante la técnica de confusión sexual. La duración de estas feromonas es de 200 días.
El objetivo de estas trampas el mayor número posible de machos adultos de procesionaria, durante el periodo de vuelo que va de mayo a septiembre y así reducir la población de los mismos.
Otro de los objetivos de la colocación de las trampas es llevar un conteo mensual de las capturas y así, tener conocimiento del momento más eficaz para realizar tratamientos fitosanitarios para acabar con los adultos antes de que hagan las puestas y salgan los bolsones.
Estos tratamientos los vamos a realizar con productos autorizados en la agricultura ecológica (Bacillus Thurigiensis).
Por tanto con la colocación de las trampas conseguimos un doble efecto. Por un lado la captura de machos adultos de la procesionaria del pino y por otro lado con el conteo semanal de las capturas de machos, y así, saber el momento ideal para realizar los tratamientos fitosanitarios con productos ecológicos (Bacillus Thurigiensis).
Agustín Vicente Madrid, Concejal de Parques y Jardines, añade que: Con esta técnica de control biológico mediante trampas con feromonas de confusión sexual, se pretende reducir la población considerablemente, y luego llegar a su desaparición en un periodo de dos o tres años, de una forma totalmente ecológica.
La plaga de la procesionaria puede producir importantes daños en los pinos, pero los más graves son las que producen las larvas, fuertemente alérgicas, llegando a generar severos brotes en personas y animales.
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